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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Si mueres hoy...a donde irías??? Si dudas acerca de la respuesta sigue leyendo...

Cómo ser salvo



Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
-- Romanos 10: 9-10
Esta parte crucial de la Biblia expresa las dos cosas que usted debe hacer para ser salvo. ¿Cuál pudiera ser más importante?
Lo primero que debe hacer es confesar con su boca a Jesucristo como Señor. Eso significa más que reconocer que Jesús es el Señor, más que decir que Jesucristo es Dios. Después de todo, Santiago 2:19 dice que hasta los demonios saben que Dios es el soberano del universo pero ese conocimiento no los salva.
Confesar a Jesucristo como Señor quiere decir que Cristo es su Señor, su Soberano. Hacer esa confesión significa expresar en voz alta delante de los demás su profunda convicción personal, sin reservas, de que Jesucristo es su dueño y el soberano de su vida.
Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Lc. 9:23). Esa es una afirmación asombrosa, considerando el modo en que las personas piensan acerca de la función de Jesucristo en su vida hoy, El evangelio no es acerca de la satisfacción de sí mismo, como muchos suponen. Es acerca de la abnegación. Nadie puede confesar a Jesucristo como Señor y decir: “Muy bien, Jesucristo, voy a dejarte entrar en mi vida y quiero que me hagas una persona de éxito y mejores mi matrimonio y reduzcas mi falta de habilidad en el golf”. El evangelio no es acerca de Jesucristo que viene a su vida y le da lo que usted desea. Es acerca de ir usted ante Jesucristo y decirle: “Dios, ten misericordia de mí, pecador. Sálvame”. Es decir: “Jesucristo, te reconozco como mi Soberano, Maestro y Señor. Me aparto de mis propios deseos y mi propia necesidad de controlar mi vida. Me someto a todo lo que quiera para mí”.
El joven rico no haría eso (Lc. 18:18-27). Jesús le dijo que hiciera una cosa: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y luego sígueme. Usted no se salva por deshacerse de su dinero. Lo que Jesús quería era probar el compromiso del hombre con Jesús como su Señor. Él le pudo haber pedido que hiciera centenares de cosas distintas pero Jesús escogió algo que él sabía que probaría su disposición a negarse así mismo. El joven rico no pudo someterse al gobierno de Cristo sobre él. No pudo confesar de esa manera que Jesucristo era el Señor de su vida. Se fue triste y sin la salvación.
Lo segundo que debe hacer para ser salvo es creer en su corazón que Dios resucitó a Jesucristo de los muertos. Creer en la resurrección quiere decir que usted también cree que Jesucristo murió en la cruz y resucitó de los muertos como la señal de que en realidad es el Mesías, levantado finalmente a la más elevada posición para gobernar con el Padre. Dios el Padre puso el sello de aprobación divina sobre la perfecta obra de Jesucristo, su vida sin pecado y su muerte expiatoria, cuando lo resucitó de los muertos. La resurrección fue la validación suprema de su ministerio y de su identidad.
Usted será salvo solo cuando haya reconocido a Jesucristo como su Señor y haya creído que su muerte en la cruz fue el sacrificio eficaz por su pecado, validado por su gloriosa resurrección. Usted cree con su corazón y es justificado ante Dios; usted confiesa con su boca y confirma esa realidad.



Extraído del libro, El corazón de la Biblia escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Conociendo al espiritu Santo

"¿Quién es el Espíritu Santo?"
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” Jn 14,16-17

 Queridos hermanos y amigos, si hay una persona más interesante e Profunda y misteriosa, esa es la persona del Espíritu Santo. Tierno y dulce como un niño; poderoso y terrible como el más magnífico de los guerreros. Sabio e inteligente. Ha estado a nuestro lado desde hace más de 2000 años enviado por el mismo Padre creador, con la misión de guiar y proteger a su pueblo disperso por el mundo. Su labor ha sido titánica más lo que sabemos acerca de El y su persona son sólo chispazos de su esencia. Es esa fascinación por su persona la que nos mueve a escribir esta reflexión. Les invito a acompañarme en esta dulce aventura.

Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo. Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza, una energía mística. Otros lo ven como el poder impersonal que Dios pone a disposición de los seguidores de Cristo. Energía, fuego, paloma, viento, Todo ello son símbolos de El, pero no son El.

¿Qué dice la Biblia acerca de la identidad del Espíritu Santo?

I.                   El Espíritu Santo es Dios:
 Esto aparece en muchas partes de las Escrituras como: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios”. Hechos 5:3-4.
 Pedro confronta a Ananías por haber mentido al Espíritu Santo, y le dice que él “no había mentido a los hombres sino a Dios”. Es una clara declaración de que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios.

I a.- Posee los atributos o características deDios:
1.- Es omnipresente: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”. Salmos 139:7-8

 2.- Es Omnisciente: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1ª Corintios 2:10  

II. El Espíritu Santo en una persona:

 La Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios. Es una Persona, un Ser con una mente, emociones, y una voluntad. Esta persona actúa como Consejero y Consolador, tal como Jesús prometió sería “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Jn14,26
• El enseña (1ª Corintios 2:13). “…Hablamos no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”
• El siente y se entristece (Efesios 4:30) “Y no entristezcan al El Espíritu santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención”
 • El intercede por nosotros (Romanos 8:26-27).”Y de igual manera el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues no sabemos como pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”
• El toma sus propias decisiones (1ª Corintios 12:7-11) “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”

Amigo y hermano,  El está esperando que le llames a caminar contigo. Haz de saber que El Espíritu Santo de Dios está aquí desde la partida de Jesús, siendo su representante y ansioso de que le invites a caminar a nuestro lado.

 ¿Que estás esperando para hacerlo tu aliado y confidente, tu apoyo y consuelo en tiempos difíciles? No hay nada que perder y mucho que ganar.

Te propongo que te tomes un tiempo y buscando un lugar tranquilo le invites a entrar en tu vida haciendo la siguiente oración:

 “Santo y glorioso Espíritu de Dios, en esta hora te pido que vengas a mi vida. Ven, espíritu divino, y manda desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, Dios esplendido en tus dones. No hay consuelo como el tuyo, dulce huésped de las almas, mi descanso. Suave tregua en las fatigas, brisa en la hora del bochorno, paz en medio del llanto y la desesperanza. Luz santísima, penetra en mi alma hasta el fondo y ayúdame. Borra el rastro de lo inmundo en mí, llueve tú en mi sequía,¡Ven y sáname!Llevate mi tristeza y dolor. Doma todo lo que es rígido, funde el témpano, encamina lo extraviado. Dame tus sagrados siete dones y carismas. Dame la paz que mi vida necesita, la salvación y perpetua alegría. Necsito de tí”







AMEN
En mi experiencia personal realmente el descubrir que la tercera persona de la trinidad esta ansiosa por crear comunion conmigo a sido una revelacion gigante...Por fin puedo vivir en el espiritu y dejar de lado las acciones de la carne... es importante entender que SIN UNA COMUNION CON EL ESPIRITU SANTO ES IMPOSIBLE MORIR A LA CARNE !!!!

Bendiciones a todos.....por favor si este blog te a servido para crecimiento espiritual no dudes en compratirlo!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Enamoramiento y Noviazgo Cristiano

¿Cómo sé que estoy realmente enamorado de alguien y que es la voluntad de Dios?
Asumiendo que Ud. es creyente por el hecho de haber recibido a Cristo como su Salvador personal voy a proseguir adelante.
Bajo esta premisa, Ud. podría saber si está enamorado haciéndose las siguientes preguntas:
Primero: ¿He orado fervientemente al Señor por una enamorada, aún antes de conocer a la chica que ahora me gusta? En el caso del creyente, el enamoramiento comienza no cuando se encuentra con una chica que es muy atractiva físicamente y su corazón late más aprisa cuando se encuentra con ella, sino cuando en la comunión íntima con el Señor en su palabra y la oración ruega a Dios por que Dios traiga a su vida la persona con quien Ud. va a compartir el resto de sus días como esposa.
Ningún joven creyente debería entrar al enamoramiento sin antes haber cultivado una íntima comunión con el Señor. Me imagino que Ud. conoce a una chica que le gusta mucho. Si Ud. no ha estado en comunión con el Señor con anterioridad, y siente una atracción hacia esa chica, seguramente no es Dios quien esté poniendo esa atracción en Ud. sino sus hormonas, su instinto por tener una compañera. La base del enamoramiento no es el atractivo físico entre la pareja de enamorados, tampoco es el amor entre enamorados. La base del enamoramiento debe ser la voluntad de Dios, quien pone en el corazón de los dos el deseo de unir sus vidas en matrimonio.
Ya que hemos hablado de matrimonio, permítame una advertencia: Si no piensa casarse con aquella chica, no pierda su tiempo y su santidad enamorándose de esa chica. El enamoramiento no es un pasatiempo. El enamoramiento no es un día sí y el siguiente no. El enamoramiento guiado por el Señor es la antesala del matrimonio.
Segundo: ¿Es esa chica creyente? La Biblia es clara en manifestar que la voluntad de Dios es que un creyente se enamore y se case exclusivamente con otro creyente del sexo opuesto.
2ª Corintios 6:14 dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? "
Un enamoramiento entre un creyente y un incrédulo es contrario a la voluntad de Dios. Si la chica que a Ud. le gusta no es creyente y Ud. siente una atracción hacia ella, no es Dios quien ha puesto esa atracción en Ud. Esa atracción es fruto de su propio deseo, de su propia pasión. Si Ud. persiste en esa unión desigual, Ud. lo lamentará grandemente tarde o temprano, probablemente más temprano que tarde.
Cuando alguien está en este caso, la pasión es tan fuerte que anula a la razón. El joven o la joven creyente razona más o menos de la siguiente manera. Bueno, yo soy creyente, él o ella no es. Qué buena oportunidad para guiarle en los caminos del Señor por medio de enamorarme de él o de ella.
Parece lógico, pero el problema está en que este razonamiento contradice la palabra de Dios cuando dice que los creyentes no deben unirse en yugo desigual con los incrédulos. Un buen fin, que es llevar a un incrédulo a los pies del Señor, no debe llevarse a cabo con un mal medio, como esto de unirse en yugo desigual con un incrédulo. El fin no justifica el medio.
Tercero: Asumamos que Ud. ha orado al Señor por una enamorada y la chica que le gusta es creyente. Entonces debería hacerse la siguiente pregunta: ¿Están mis padres, los padres de ella y los líderes de la iglesia de acuerdo con esta relación? Quizá Ud. dirá: ¿Qué tienen que ver mis padres en algo que es asunto mío? ¿Qué tienen que ver los líderes de la iglesia en mis cosas personales? Estas preguntas tienen respuesta en la palabra de Dios.
Colosenses 3:20 dice: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor."
Los hijos creyentes deben andar en sumisión a sus padres, aún cuando sean mayores de edad. Por tanto, una decisión tan importante como aquella de enamorarse de alguien debe ser en total acuerdo con los padres tanto suyos como de la chica que a Ud. le gusta. No es prudente un enamoramiento a espaldas de los padres o peor todavía, en contra de la voluntad de los padres.
Hebreos 13:17 dice: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso."
Los pastores o líderes de la iglesia local donde Ud. se congrega han sido puestos por Dios como autoridades sobre la congregación. Su responsabilidad es sujetarse a ellos. Ud. por tanto está en la obligación de buscar el asesoramiento de ellos para saber si debe o no entablar una relación de enamoramiento con alguien. No desprecie a los pastores de su iglesia haciendo casas que ellos no han sido al menos informados.
Cuarto: Asumamos que tanto sus padres como los líderes de la iglesia están de acuerdo con su probable relación de enamoramiento . La pregunta que debe hacerse sería: ¿Está la chica que me gusta, dispuesta a tener una relación de enamoramiento conmigo? Ud. puede haber estado orando por una enamorada, esta chica puede ser creyente, Ud. puede haber obtenido el apoyo de sus padres y de los líderes de la iglesia local, pero eso no significa que ya es enamorado de ella, porque falta que ella dé su palabra de aceptación.
Para eso, yo le recomendaría que Ud. de una manera muy madura y respetuosa hable con ella para indicarle que Ud. ha estado orando por ella para que sea su enamorada y que le gustaría saber si ella está de acuerdo con eso. No cometa el error de exigir una respuesta ese mismo instante o al día siguiente o la semana siguiente, etc. Recuerde que Ud. está tratando de hacer las cosas en la voluntad de Dios y si es de Dios, Ud. no tiene por qué apresurar las cosas. Pida a la chica que comience a orar por este asunto, y cuando ella esté segura que Dios ha respondido a su oración sobre este asunto, que le haga conocer.
La chica entonces tendrá que seguir los mismos pasos que Ud. ha dado, es decir, debe esmerarse por tener una comunión íntima con el Señor, debe orar al Señor sobre este asunto, debe buscar la guía de la palabra de Dios, debe consultar a sus padres y a sus pastores y si todo concuerda debería hablar con Ud. para comenzar la relación de enamoramiento. Recién allí, se podría decir en honor a la verdad que Ud. sabe a ciencia cierta que está enamorado y que eso es la voluntad de Dios.
Lo que hemos sugerido no concuerda con la costumbre de enamoramiento que prevalece en el mundo. La razón es muy sencilla. El enamoramiento al estilo del mundo se fundamenta en lo físico y deja a un lado lo espiritual. Según el mundo, si a Ud. le gusta una chica, simplemente va, le habla y de frente le dice que ella le gusta y que le encantaría ser enamorado de ella. Si Ud. cae bien a la chica, ella también dirá que Ud. le gusta y eso es todo. Ya son enamorados.
Pero note que todo gira alrededor de lo físico, de lo que perciben los ojos, de lo material. Dios no tiene nada que ver en este plan. No es extraño que enamoramientos que comienzan así terminen mal y cuando llegan al matrimonio, la posibilidad de éxito es mínima. No juegue a la ruleta rusa. Usted conoce al Señor, deje que el Señor guíe el proceso de enamoramiento. Dios sabe lo que es mejor para Ud. y cuando permitimos que Dios maneje nuestros asuntos tenemos garantizado el éxito tanto en el enamoramiento como en el matrimonio.