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viernes, 26 de julio de 2013

Generosidad

Hay mas promesas en la Biblia acerca del “dar” que sobre cualquier tipo de promesas, de hecho, Dios habla más acerca del “dar” que sobre el cielo y el infierno.
Porque? Porque Dios quiere que seamos como El.
Dios es un Dios generoso, de no ser por la generosidad de Dios, nosotros no podríamos tener nada, no podríamos siquiera tomar nuestro siguiente aliento de no ser por la generosidad de Dios, El quiere que aprendamos a ser generosos, es como si nos estuviera diciendo “quiero que aprendas a ser como Yo, soy generoso contigo y quiero que aprendas a ser como Yo, para ser generoso con los demás“.

Aquí tenemos una de estas promesas que Dios hace “2Co 9:6 Pero esto digo: el que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente (con bendiciones), abundantemente (con bendiciones) también segará. ” .
Conocemos este principio porque es verdad en cada área de nuestra vida, cualquier cosa que nosotros sembremos, eso cosecharemos:
Si acostumbramos juzgar, los demás nos juzgaran
Si criticamos todo el tiempo, los demás nos criticaran
Si hablamos de los demás, entonces ellos hablaran de nosotros
Cualquier cosa que demos, lo recibiremos de vuelta, como dice el viejo adagio “con la misma moneda que pagues te han de pagar”.
Por otra parte podemos sembrar lo positivo, si nosotros sembramos animo, afirmación, cariño, recibiremos de vuelta animo, afirmación y cariño, si sembramos amor, las personas van a sembrar amor en retorno a nosotros. Dios planeo el universo de esta forma.
Y siempre recibiremos en retorno más de lo que damos, Siempre!!
Si yo siembro una semilla en la tierra no voy a recibir una semilla en retorno, voy a recibir cientos de semillas de lo que haya sembrado, así que cualquier cosa que damos lo recibiremos de vuelta multiplicado en gran manera.
Porque? Porque Dios desea que aprendamos a ser generosos; Ahora, no estoy diciendo que si damos dinero a Dios El nos devolverá el doble, nosotros cosechamos lo que sembramos cuando damos generosamente, de todas formas seria posible que cosechemos una gran fe o cosechemos grandes recompensas en el cielo, generosidad invertida para la eternidad.
Tarde o temprano debo preguntarme a mi mismo si voy a confiar en estas promesas cuando Dios dice “Yo me haré cargo de todas tus necesidades si tan solo eres generoso”.
Dios sabe que el ser generoso es opuesto a la naturaleza humana, nuestra naturaleza es acumular, amontonar, amasar, para tomarlo todo para nosotros mismos. Y ser temerosos e inseguros, pensamos que no podemos darlo nada “debo conservarlo todo, de otra forma como cuidare de mi mismo?”.
Pero Jesús enseña que la vida no consiste en lo que consigues, es acerca de lo que das, y, por el dar, nuestra fe es fortalecida.
Tres lecciones acerca de la generosidad:
- Dios es la fuente de todo cuanto tenemos, de no ser por Dios no tendríamos nada, Dios nos creo y nos ha escogido para darnos todo cuanto tenemos, El puede tomarlo todo de nuevo o puede darnos mas aun, El es la fuente y lo que tenemos es un regalo.
- Dios no necesita nuestro dinero, El simplemente usa el dar (en cualquier sentido) como un medio para fortalecer nuestra fe, El nos enseña a no ser egoístas y confiar en El.
- Dios desea que seamos generosos, así podremos cumplir nuestro propósito.
“Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.” (2 Cor 9:8)

martes, 2 de julio de 2013

Si aun no has aceptado a Jesus en tu corazón , esta es tu oportunidad!!!!

         Recibe a Cristo como tu Salvador

Si aun no has entregado tu vida a Jesus y quieres empezar a caminar de su mano , lee este mensaje ,es de suma importancia!!!!!!!

Dios te ama tanto que lo demuestra por medio de su Hijo Jesucristo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. 18El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” (Juan 3:16-18)
Dios está dispuesto a perdonarte de todos tus pecados:
“Venid ahora, y razonemos –dice el SEÑOR– aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.” (Isaías 1:18)
“Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
Cristo es el único camino para ser salvo:
Mateo 7:13-14 dice “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”
En Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”
La Biblia dice “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9)
La invitación:
En Apocalipsis 3:20 Jesús dice “‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”
Ahora todo depende de qué decisión tomarás:
Por favor haz la siguiente oración para recibir a Cristo en tu corazón, y que tu nombre sea inscrito en el Libro de la Vida, y puedas así tener Vida Eterna por medio de Cristo Jesús:
Dios mio, reconozco que soy un pecador y me arrepiento de todos mis pecados. Creo en mi corazón que Jesucristo es el Señor y que es tu Hijo amado. Reconozco que Cristo murió por mis pecados, y que Tu le resucitaste de entre los muertos. Yo abro las puertas de mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador, amén.
Si haz hecho esta oración y lo haz creído en tu corazón; tu nombre ya ha sido inscrito en El Libro de la Vida, y hay gran gozo en el cielo.
¿Qué hacer ahora?
Comienza a leer la Biblia, y pídele al Espíritu Santo de Dios que te de entendimiento para discernir Su Palabra. Si actualmente estás congregándote en una iglesia, sigue haciéndolo pero pídele a Dios que te muestre si debes permanecer ahí; de no ser así, El te mostrará la iglesia en la que debes congregarte.