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martes, 27 de septiembre de 2011

El Don de la Palabra

El don de la PALABRA DE SABIDURIA


El don de PALABRA DE SABIDURIA, no es la sabiduría general. No tiene que ver con el saber o conocimiento natural del hombre. Palabra de sabiduría viene del griego ( logo sojía); Para aquellos que Dios les ha dado el don de la PALABRA de Sabiduría, la definimos como una revelación sobrenatural por el Espíritu Santo con respecto al plan omnipotente de la mente y voluntad de Dios. Es decir, Dios se manifiesta en ti, DE MANERA SOBRENATURAL con una información que es el propósito de Él.


Una Palabra de Sabiduría, es un fragmento del conocimiento de Dios dado por el Espíritu Santo a una persona. Es impartida de manera sobrenatural. En ocasiones viene acompañada de una palabra profética. Puede ser audible, puede ser por sueños, de manera interna, pero es la VOLUNTAD de Dios. Dividamos las dos palabras: logo y sojía.

Palabra (logo): es definida como un concepto, idea, dicho, asunto, razón, narrativa o doctrina. Si en la Biblia se hubiera querido expresar la idea de “declaración” probablemente hubiera sido usada la palabra griega rhema, en vez de logo. Es por ello que el don de PALABRA DE SABIDURÍA es un contenido divino sobre lo que piensa y quiere hacer Dios.

El término logo, lo podemos ver en la Biblia de manera plural y singular; se usa especialmente en el mensaje cristiano, (Mr. 2.2; Hch. 6.2; Gá. 6.6), aunque para la iglesia primitiva la palabra “palabra” era un mensaje revelado por Dios en Cristo, que debía ser predicado, atendido, y obedecido. Se trataba de la palabra de vida (Fil. 2.16), de verdad (Ef. 1.13), de salvación (Hch. 13.26), de reconciliación (2 Co. 5.19), de la cruz (1 Co. 1.18).


Sabiduría (sojía) no tiene que ver con habilidades naturales, ni intuiciones. La sabiduría es el conocimiento profundo en ciencias, letras o artes. Las personas realmente sabias son aquellas a las que Dios en su gracia ha impartido sabiduría: Salomón (Mt. 12.42; Lc. 11.31), Esteban (Hch. 6.10), Pablo (2 P. 3.15), José (Hch. 7.10). 

La palabra de Dios nos dice que Cristo encarnado fue aumentando en sabiduría (Lc. 2.40, 52) siendo niño, y maravilló a sus oyentes por su sabiduría cuando fue hombre (Mt. 13.54; Mr. 6.2). Afirmó tener sabiduría (Mt. 12.42) y poseer un conocimiento sin igual de Dios (Mt. 11.25).


En Pr. 1.20–33 la sabiduría se asemeja a una mujer que clama en las calles pidiendo a los hombres que se vuelvan de sus necios caminos y busquen en ella instrucción y seguridad.

Pero lo que realmente nos interesa es el DON de la Palabra de Sabiduría que nos otorga ciertos hechos e información por vía de la revelación divina provista por el Espíritu Santo. Por las anteriores definiciones vemos que Jesucristo poseía el don.


Permíteme decirte que aquí no tiene que ver el intelecto ni las emociones, ni el entendimiento, potencia cognoscitiva racional del humano. La capacidad, la inteligencia, la sabiduría no aplica. Recordemos que hablamos es de la PALABRA DE SABIDURÍA.

Es probable que en Esteban operara ese don: Pero no podían resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba. Hechos 6:10.


También es posible que este don haya resuelto el primer concilio de la iglesia apostólica en sus inicios: pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias… Hechos 15:28. Vemos que la mente del Espíritu Santo probablemente fue trasmitida a los apóstoles por una palabra de sabiduría.

Para la operación continúa de este don, la obediencia y el sometimiento a Cristo es primordial. La revelación es recibida en nuestro espíritu de manera audible, en forma interna (Hechos 9:11).

Hay que aplicarla correctamente, porque es manifestada para conferir dirección, impartir conocimiento, revelar cosas ocultas, impartir conocimiento, relacionado todo con el propósito divino de la Voluntad de Dios.

Cuando Dios decide revelar Su propia mente y propósito y plan al hombre de una manera sobrenatural, lo hace a través de la manifestación sobrenatural de la palabra de sabiduría. Y ese don de la palabra de sabiduría debe distinguirse a la sabiduría general al tratar con asuntos de la vida que Él dará a todos lo que le piden. Santiago 1:5.

"Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía"
Hermanos, debemos llevar la palabra hacia las personas que aun no conocen a nuestro señor Jesucristo.... FIELES MENSAJEROS DE LA PALABRA

BENDICIONES

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