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lunes, 26 de agosto de 2013

LA HOJA SECA

Hoy te voy a contar un cuento para que lo apliques en tu vida de cristiano. Se trata de una hoja de un árbol que vivía feliz y crecía unida al árbol que le había dado la vida.
Hasta que oyó como un día un viento fuerte, muy fuerte le susurraba que se soltase, que fuese con el: ¨siempre ves el mismo suelo y el mismo cielo, ¿no estás cansada de lo mismo?, vente conmigo y verás cosas que nunca imaginaste¨. La hoja decía que no, que unida a su rama estaba segura y contenta. Pero tanto insistió el viento que al final de desprendió de la rama y se fue con el viento. Y comenzó un viaje alucinante. Vio cosas increíbles: árboles, plantas, ríos, lagos... Que bien ser libre, que bien estoy pasando! se decía la hoja. Hasta que el viento la fue dejando y empezó a caer.
Conforme iba cayendo vio en el suelo un montón de hojas como ella, pero muertas. Y supo el fin que le esperaba por haberse separado del árbol que le dio la vida.
A veces te puede parecer que vivir con Dios es poco rollo; pero no es verdad.
Vivir con Dios es vivir de verdad y cuando nos separamos de El acabamos muriendo con una vida vacía y nos pudrimos, como la hoja. Estar unidos a Dios nos da fortaleza y seguridad. Separarnos de Él es volar sin rumbo, y poco a poco a perder la vida y morir.

Oración:

Padre quiero estar contigo porque Tú eres como un árbol para mí, y yo soy tu hoja.
No quiero tener la libertad  de ir a la muerte, sino la libertad  de estar contigo y amarte.


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