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jueves, 1 de agosto de 2013

¿ Sobre qué estoy construyendo mi vida?

En el año de 1989 hubo un fuerte terremoto en San Francisco y, sorpréndente! las casas que más aguantaron no fueron las más bajas, sino los rascacielos, porque estaban preparados para los terremotos. Sin embargo las casas más antiguas, de poca altura, se vinieron abajo todas.
La vida es de alguna manera como la construcción de una casa; y hay que construir bien para que aguante lo que pueda venir: un terremoto o lo que sea. Porque a lo largo de la vida pueden ocurrirte muchas cosas.
Jesús en el Evangelio nos habla de algo muy parecido: dos hombres que construyeron su casa, uno sobre arena y otro sobre roca. El primero cuando vinieron las tempestades y las tormentas, vio cómo todo lo que había hecho hasta ese momento con gran esfuerzo y sudor se le venía abajo porque había construido sobre arena, sobre un fundamento frágil. Al segundo, que le costó lo mismo que el primero la construcción de la casa, vio como sus esfuerzos era compensados. Su casa aguantó; era menos bonita pero era resistente.
Construir sobre arena es más cómodo, pero a la larga es más incómodo, porque la vida es débil y no aguanta nada. Construir sobre rocas cuesta más esfuerzos;pero compensa. 
Hacer un edificio alto a prueba de terremotos es costoso, lleva tiempo, dinero y expertos.  Hacer un rascacielos de mala calidad solo fijándonos en lo exterior y no en el interior de la construcción es peligroso. Vivir sin una base firme: sin saber quién soy, de dónde vengo,a donde voy, etc... es algo triste y que genera inseguridad, desconfianza, amargura, desgracias.
Tú! como Cristiano, siendo hijo de Dios, No deberías vivir así. Piensa ahora que quizá el fundamento de tu vida, los cimientos No son muy resistentes.
¿Porqué hago yo las cosas? ¿que busco? ¿tengo objetivos y metas? ¿Lo que hago me lleva la felicidad y vida eterna? ¿ O me muevo por lo más fácil, por el quedar bien, por estar a gusto...?

El Señor nos lo dice bien claro: hay que construir sobre algo sólido.

Soy hijo de Dios! Mi Padre es Dios! Una persona que sabe esto tiene una resistencia mayor que otro no lo sabe, o que aún sabiendo no se comporta con coherencia.

Para Reflexionar:

¿Sobre qué estoy edificando mi vida? ¿sobre la vanidad de ser el mejor? ¿ sobre el placer? ¿sobre el quedar bien? ¿ por venganza e ira?

Y ahora sige tu hablando con Dios. Ya que esa es la parte más importante; cuéntale y escúchale.

Bendiciones.

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